En uno de los bajos de la comunidad de vecinos, hay una sucursal de Bancaja. Hace unos meses instalaron una cajero adicional al que está dentro de la sucursal, al cual se accede por la puerta, el nuevo en la parte exterior, en la fachada. Nada que decir sobre el cajero de dentro, la gente entra, entramos vaya, saca su dinero, se va. La puerta se abre, se cierra, y nada, ningún problema.
Sí que tengo que decir algo sobre el cajero de fuera, y es el pitido que emite por cada pulsación de tecla. Hasta que no pusieron este aparato en la fachada, no me había dado cuenta de cuánta gente, y a qué horas, saca dinero. Este cajero se utiliza muy a menudo, sobre todo los fines de semana, incluso a lo largo de toda la noche.
Dado que emite pitidos al aire libre, y son perfectamente audibles con ventanas y persianas cerradas, a mí personalmente me resulta molesto, más cuando estoy en la cama intentando dormir, o dormido de madrugada.
Por ello me puse en contacto con el administrador de la finca, para decirle si le parecía apropiado que hablase con el responsable de la sucursal, o más bien el constructor de la finca, que es el propietario del bajo, que tiene alquilado a Bancaja. Quise hacer esto porque pienso que aproximarse a, al fina y al cabo, un vecino, y exponerle el caso, es mejor que tirar por la vía legal directamente, y así pensó también el administrador.
El caso es que nuestro querido constructor, querido sí, en el muy muy buen sentido de la palabra, ha hablado varias veces con ellos, y le dicen que "han enviado un e-mail" a su sección de infrastructuras. Yo no he ido personalmente a hablar con ellos, porque pienso que el propietario es el que tiene autoridad moral para pedirles algo.
Visto que no nos han hecho caso, este señor, el propietario, nuestro constructor, me sugirió directamente que el administrador les requiriese la anulación del sonido por vía legal, es decir, mediante burofax. El administrador dice que es de ley y razón pedir esto, pues aunque en los estatutos de la comunidad se contempla este tipo de actividad en los bajos, ésta, y cualquier otra, está supeditada a que no cause molestias en la comunidad de vecinos.
Estos trámites los inicié el día 7 de Enero de 2009, hoy estamos a 28 de Febrero de 2009, y el cajero sigue pitando.
A mí personalmente se me caería la cara de vergüenza si alguien me dice que mi música, mi tele, mis zapatos de tacón por la noche :) , mi lavadora, mi secadora, lo que sea, le molesta, y no lo resolviera de inmediato.
En fin, así estamos, en continua lucha contra los inútiles ruidos del mal entendido progreso.
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