Estoy sentado comiendo con varias personas, y está a mi lado. Dice algo que me hace gracia, y le doy un beso en la mejilla. Uno de todos me mira extrañado, claro, por supuesto. El beso causa una sonrisa, y su antebrazo está sobre el respaldo de mi silla, su mano me golpea rítmicamente, con cariño.
Pasan las horas, y estamos en una exposición, ¿de arte? No sé. Estamos sobre una pasarela que cruza entre dos alas del edificio, a una cierta altura, y el techo acristalado varios pisos más arriba deja pasar la luz blanca del día. Nos miramos, nos acercamos y nos besamos, es nuestro primer beso, y es muy tierno.
martes, noviembre 21, 2006
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