La máquina de coser, ¿y el lazo?

Bien bien bien, hoy en la comida hemos derivado al tema de los temas de conversación de las adolescentes, dado que uno de los comensales tiene una hija en plena juventud de educación secundaria. El caso es que comentando las charlas que se lleva la hija con las amigas, surgió el tema de las posturas sexuales más o menos fantásticas, dos en concreto: la máquina de coser y el lazo.

En cuanto a la primera, he de decir que tuve la ocasión de descubrirla, sobre el papel, en un viejo Interviu hace años en la barbería (antes se llamaba así, y no peluquería). Dícese pues de la práctica sexual fantástica consistente en dar un pespunte* de manera alternada, una vez en el orificio, otra en la cavidad (sé que suena un tanto a física del estado sólido, pero bueno, es lo más fino que se me ocurrió). Sin embargo me cuesta encontrarlo en el Google ... todo lo relativo a sexualidad y máquinas de coser me lleva a temas de masturbación femenina. En fin.

Y por lo tanto, y de momento, del lazo ni rastro. Si alguien lo sabe, publique aquí su comentario.

Para los que se queden con ganas de más, aquí va un enlace a un catálogo de posturas.

Ni que decir tiene que no pude parar de reírme durante toda la comida.


* pespunte.
(De pespuntar).

1. m. Labor de costura, con puntadas unidas, que se hacen volviendo la aguja hacia atrás después de cada punto, para meter la hebra en el mismo sitio por donde pasó antes.

Fuente: Real Academia Española de la Lengua.