Es evidente por la hora de este post que hoy no estoy durmiendo as usual. Sí, me dormí viendo House (porca putana) y me desperté a las 4.00 en el sofá ... y hasta aquí, ahora ojos de búho. Hay gente que cuenta ovejas, para mí el desahogo ha sido en muchas ocasiones escribir, escribir lo que pasa, escribir lo que siento. Pues allá voy.
Hay varias cosas en mi vida que se mueven y mucho, y gracias que relativizando todas son de las que se puede encontrar una perspectiva desde la que no se ven como un problema. El punto es que la perspectiva para cada una de ellas no es la misma. Entro en materia.
El curro me va viento en popa, estoy en mi mejor momento tras unos años de desorientación. Es cierto que me metí en muchos frentes y que estamos llegando a la recta final del año, de cara al verano, y que tengo fechas fin de varias cosas: un proyecto europeo, en el que tengo responsabilidad y hay gente que no me está respondiendo; la habilitación, que me ha ido saliendo bien hasta ahora, y que si todo sigue así me va a requerir un pelín más de tiempo (un mes más y listo); y el día a día, que no se puede obviar y abandonar para todo lo demás (clases, aunque pocas hay, y algún que otro imprevisto por mi parte). Mis compañeros de trabajo son todos estupendos, tengo un estudiante que trabaja directamente conmigo con el que estoy muy contento, hemos montado en el grupo de investigación una pequeña infraestructura que nos da mucho valor añadido y mis relaciones laborales con mi ex-director de tesis y cabeza investigadora del grupo son las que siempre quise tras la tesis, trabajar juntos para aprovechar lo mejor de los dos.
Mi vida personal está fallando en un aspecto fundamental, y los que me concéis sabéis de que hablo. Es cierto que es una situación que en parte yo he provocado por ciertas discrepancias, y a la que se han añadido variables externas en todo momento desde nuestro entorno como el caso piso, que realmente nos lo merecemos por meternos: hace un tiempo buscamos algo mejor, compramos algo que creíamos que iba a ser bueno, y lo es, aunque por circunstancias (el señor que tiene todos los demás pisos y quiere comprar el que le falta, el nuestro, para hacer un hostal) estamos en negociaciones para vender el piso, y esto no es malo, "sólo" es que genera demasiado ruido en nuestro día a día como para poder concentrarse en lo esencial, en el verdadero problema. Por no contar, y esto también me agobia, el hecho de que mi madre se metió en política (sí, tal cual suena) y bueno, ella es llamémoslo "apasionada" en todo lo que afronta, y anda muy exaltada, y eso salpica. De hecho evito adrede ir a casa de mis padres (y es jodido porque ya sabéis que vivo a dos pasos literalmente) porque cada vez que entro me pone la cabeza de rollos que son sus rollos, pero que me los transmite para que le dé mi aprobación, y me duele, y me involucro, y me sienta fatal. Amén de que tengo unas ganas locas de cambiar de sitio de vivir. Estoy hasta los mismísimos de mi casa (piso), que es estupenda, pero siento que ya toca cambiar, que he quemado una etapa en cuanto a vivienda (ya ya ya, qué lujo, pues sí, ¿y qué?), y que es sano cambiar de aires para un siguiente paso en la vida que quiero.
Así que voy buscando vías de escape, y tengo una en la que estoy muy muy contento: el deporte. Sigo en el tenis, y la verdad muy bien, voy a un curso dos horas, dos días a la semana, en el que a final de curso me he quedado sólo como chico (tengo cinco compañeras maravillosas) y del que disfruto un montón. También me escapo al gimansio una vez a la semana, al "bars training", y bueno entre las dos cosas y alguna escapada a correr por la playa de la Malvarrosa, estoy estupendo (¡ea!). Otra son las aficiones "paranormales", o digamos, esos gustos que no me di cuando era joven, como por ejemplo tener una moto, y ahí estoy. Es probable que el sábado que viene tenga moto, incluso antes de tener carnet. Sí sí sí, tal cual, es que tiene que ser así, porque si hago todo en mi vida por el camino correcto esto es muy muy aburrido, y no es vivir, es razonar, y eso ya lo hago todo el día en el trabajo.
Y como reza mi blog, en esencia, el mañana, hoy, no existe. Y es algo que he aprendido y sigo aprendiendo, cada vez lo veo más claro para mi satisfacción.
En fin, terminando, cada cosa aprieta un poquito, son todas buenas, salvo lo personal que puede dar al traste con un tercio de mis treinta y pocos años, y aquí estoy y aquí sigo.
He dicho.
miércoles, abril 25, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario