domingo, enero 06, 2008

Panem et circenses

Sirva este mini post para dar mi opinión sobre la publicidad, mejor dicho propaganda, que se hacen algunos gobiernos.

Actualmente lo tenemos con las propagandas de varios ministerios que terminan con el "Gobierno de España". Leche, ahora va y tenemos gobierno, ¡y hasta de España! ¡Madre mía!

También las hemos visto de otros signos, como por ejemplo las propagandas del gobierno de la Generalitat Valenciana sobre el trasvase del Ebro, que terminaban con "Generalitat Valenciana", como si fuera todo el ente, y no únicamente su gobierno, el adalidad de semejante propaganda.

Sean de quien sean, esto es muy feo señores. Y la razón para que yo diga que es feo se basa en lo siguiente: si ustedes hicieran las cosas bien de verdad, no haría falta hacerse propaganda. A mi entender, la propaganda gubernamental es síntoma de necesidad, y va destinada a perpetuarse en el poder. Véase como caso extremo el gobierno de Venezuela.

Me gustaría saber hablar del por qué querría un político perpetuarse en el poder. Seguro que alguno de mis lectores más versado que yo en estos temas tendrá miles de explicaciones. Este es realmente un tema sobre el que no conozco lo suficiente como para escribir algo que vaya más allá del simple "cuestión de intereses".

Alguna vez me gustaría tener un gobierno y una oposición que pasasen por una legislatura sin hacer ruido, y que cuando llegasen las elecciones la gente dijésemos: "¡Anda! Si ya tocan elecciones, ¡uy! ni nos hemos enterado".

Y que en los mítines y en los programas electorales no se diesen listas de cosas que hay que hacer, ni mucho menos ofertas económicas sobre pensiones ni ayudas por hijo. Más bien: "vamos a hacer esto en sanidad, y lo vamos hacer así, así y así, y el primer año ustedes se van a abrochar el cinturón con las pensiones, para que podamos hacer esto en sanidad, y el segundo año las pensiones se mejorarán, pero entonces deberemos sacrificarnos en el transporte público", por poner un ejemplo.

Ya nadie nos creemos que todo se pueda arreglar a la vez, y si esto se intenta resulta como el dicho "quien mucho abarca poco aprieta".

Han pasado cerca de dos mil años desde los romanos, pero seguimos igual, "panem et circenses". Sí, esta es la perspectiva de un tecnólogo. Se nota, ¿verdad?

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adalid.

(Del ár. hisp. addalíl, y este del ár. clás. dalīl).

1. m. Caudillo militar.

2. m. Guía y cabeza, o muy señalado individuo de algún partido, corporación o escuela.

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